Existente desde 1542. Construido por ordenes de el Adelantado Don Francisco de Montejo quien dictó al hijo del mismo nombre pero conocido como el mozo, para ser el centro político de la nueva ciudad, este espacio público. Por más de 3 siglos, la plaza meridana fue un espacio sembrado de ceibas; durante el período colonial, se llevaban a cabo ahí torneos, cucañas, (palo encebado), corridas de toros y el carnaval. Durante el tiempo de la dominación europea la plaza fue el escenario principal para aplicar penas corporales a indios idólatras e incluso para ajusticiar, un ejemplo de esto es Jacinto Canek, a quien quemaron vivo. En 1871, la plaza grande recibió mejoras y ampliaciones. Las cuatro líneas de transporte urbano que entonces eran tranvías, partían de la plaza. En 1886-1889, se erigió en su centro, un kiosco de doble planta para los músicos. En 1915, la Plaza recibió una remodelación que elimino los signos de le régimen político derrotado. Se levantó la primera plataforma central octagonal, se instalaron asientos binarios y se sembraron arbustos. En 1959, se introdujo la luz mercurial. Actualmente La Plaza de la Independencia la forma un espacioso jardín circunvalado de dos filas de corpulentos y viejos laureles de la vida, brindando al transeúnte su sombra acogedora durante el día, y un ambiente de frescura y deleite por las tardes y noches a quien bajo a ellos se acoge. En su derredor y calles adyacentes se observa el movimiento y tráfico de toda una ciudad moderna.